ESCUELAS, ESCUELITAS
El mejor modo y más seguro de aprender el arte de la magia ritual consiste en inscribirse en una escuela de buena reputación y trabajar bajo la tutela de un mago practicante. Desde el punto de vista de las escuelas, los solicitantes suelen distribuirse en una de estas tres categorías:
1. Los que se han convertido en adictos de malísimos videos «ocultistas», que se presentan cada vez como lo «real», y piensan que pueden convertirse en un adepto de la noche a la mañana. Se sienten atraídos por la idea de trazar círculos, hondeando espadas mágicas, y precipitarse en iglesias abandonadas para confundir a las tuerzas de la oscuridad, crucifijo en mano, armados con algunas sentencias vitales pertenecientes a un ritual hace tiempo perdido que se encontró por casualidad en los archivos del Museo Británico.
2. Los que llevan algún tiempo deambulando por el borde de lo oculto y han decidido que es el momento de «meter un pie en el agua».
3. Los que se sienten atraídos por los misterios casi en contra de su voluntad, y han llegado a la puerta adecuada a base de tanteos y errores.
El setenta por ciento de los del primer grupo se cansarán de todO esto en cuanto entiendan que pueden tardar diez años en llegar a la mitad del camino para convertirse en adeptos, y que se necesita un entrenamiento largo, duro y disciplinado. Si por alguna extraña casualidad el destino pone en su camino un auténtico acontecimiento psíquico, eso precipita todavía más su abandono.
Otro diez por ciento se irá habiendo adquirido alguna idea del entrenamiento y la terminología ocultista y basándose en esto tratarán de formar su propia orden mágica.
Como el entrenamiento no se ha entendido plenamente en todos los niveles, la orden avanza sólo durante un tiempo. Tiene poco o ningún contacto con los niveles inferiores y consigue muy poco. Los miembros se ocupan de los aderezos externos del ritual creyendo que esto es lo importante. Cualquier contacto interior que pudieran tener al principio lo pierden los miembros mientras tratan de decidir cuántas inclinaciones hay que hacer hacia el oriente, cuántos círculos debe trazar cada oficiante antes de tomar su asiento, o enfadándose cuando no se les asigna la posición que codiciaban.
Todo se convierte en una excusa para disfrazarse, sentirse importantes, y, por encima de todo, entrar en una organización «secreta».
En ellos es suprema la necesidad de sentir que tienen algo que nadie más conoce, pero es un falso secreto. La mayoría de las órdenes tienen una corte exterior que es más o menos pública, pero sus niveles interiores se mantienen aparte. El secreto, indicio de una orden falsa, se basa en la necesidad de que los otros casi sepan lo que se están perdiendo, sin llegar a saberlo del todo. Si nadie tuviera un indicio de lo que ellos están haciendo, desaparecería para ellos una gran parte de la «diversión». Otro cinco por ciento, pasado el embeleso descuidado del principio, de la oportunidad de ganar dinero. Ponen entonces anuncios, del tipo de «también usted puede ser un mago en tres meses», sólo por 200 dólares de inscripción y 50 más por mes. Después se ofrece un grado superior con un título más resonante, por otros 200 dólares, y conducen a su gente como ovejas al matadero. Publican en internet tablas de cursos con costos para adeptos y para externos. Hasta las cuotas de la tasa de café.
Por desgracia, formar parte del mundo oculto no convierte a nadie automáticamente en una persona mejor.
Nos queda el último quince por ciento, del que las dos terceras partes pueden ver contra todo pronóstico, comprenden la falsedad de sus peticiones anteriores y rehacen sus pasos, esta vez con un deseo sincero de conseguirlo. Ponen entendimiento y compasión en su trabajo e invariablemente se convierten a su vez en maestros. El último cinco por ciento, se pasa al lado
Más oscuro de lo oculto, pues ese lado existe. Se sienten atraídos por las drogas, el alcohol y la perversión. A veces pueden ser rescatados, hay logias cuya tarea consiste en buscar a esas personas y tratar de redimirlas, son una raza especial de ocultista con un valor y una fe que puede llevarles, y les lleva a veces, a los corredores del infierno buscando a los perdidos.
En el segundo grupo, el porcentaje de estudiosos auténticos es muy superior. Por sus lecturas e investigaciones tienen ya una buena idea de lo que pueden esperar y la gran mayoría de ellos lo consiguen en el primer año decisivo.
Otros, inevitablemente, vuelven al pasatiempo, más seguro y cómodo, de ser un «ocultista cíe salón».
El tercer grupo lo consigue contra todo pronóstico. Son magos natos que en vidas pasadas realizaron ya su aprendizaje y vuelven ahora para conseguir los grados superiores. Con cada vida, aspiran más y más alto, hasta que realizan la elección final, bien para penetrar en otras Esferas y dimensiones aprendiendo todo el tiempo o regresando para ayudar a los que Siguen todavía de viaje. Esos se convierten en los «maestros».
Avalonceltique esta dedicada a los miembros del primer y segundo grupo, para ayudarles a entender lo que pueden y no pueden hacer en la magia ritual cuando trabajan sin un tutor personal, o dentro de la protección de una escuela. Como ya dije, lo mejor es aprender de un maestro personal. De faltar tal maestro, lo mejor es un libro escrito teniendo en mente los escollos, un libro que trate de explicar lo que se necesita que suceda en el interior para convertirse en mago, y que además proporcione los conocimientos básicos con el ritual suficiente para que resulten agradables. Esta pagina no le Convertirá en un iniciado; ni siquiera le convertirá en un mago experto. Lo que hará será evitarle cometer costosos errores y darle una base sobre la cual, con el tiempo, pueda llegar a Ser un mago.
En estas páginas, encontrará el plan para el trabajo de todo un año desde los primeros preparativos como mago hasta el trabajo ritual auténtico. Entre tanto, aprenderá un poco, sólo un poco, de los numerosos y variados estudios, los cuales deberá abordar en profundidad si desea trabajar en condiciones ideales. Aprenderá a trabajar con las manos tanto como con la
Mente, con el corazón tanto como con la intuición, el trabajo duro, es lo único que le ayudará a conseguir su objetivo. Si lo quiere de verdad, lo hará. Es así de simple. Obtendrá aquello que haya trabajado.
ESCUELAS, ESCUELITAS HARRY POTTER
Avalonceltique no pretende ser de ninguna manera una escuela pomposa, ni mucho menos que se aproveche de la necesidad de aprender, de hacer y de guiar. A través de nuestro camino como maestros hemos visto con horror y con agrado como escuelas van y viene. El propósito de este artículo es guiar a aquellos que pretenden afiliarse o ingresar a una escuela de magia.
1.- Una buena escuela no hace de sus enseñanzas una ensalada, ni mucho menos se roba la forma o modelo de enseñanza de otras.
2.- Sus maestros son sabios, buenos guías, saben dirigir y no permiten que sus alumnos caigan en el fanatismo. Y si ellos son unos fanáticos que la DIOSA TE AMPARE. No caen en la rivalidad. No tienen nombres potentes ni magnánimos como: “mago dorado de la constelación de Pegaso” o sumo guerrero de la luz infrarroja laser con protones de…
3.- Una buena escuela de artes mágicas o brujeriles no te da papelitos de término de estudios, ni de tus niveles, eso ante la DIOSA no tiene valor alguno, y si por 200 dólares te dará un certificado más poderoso o con un titulo supremo, olvídalo, jamás serás bueno. Para leer tarot un buen manual es suficiente y no una cuota de 500 euros. Si lo puedes pagar hazlo, es tu dinero.
4.- Si te dicen: “serás un mago en 3 meses” corre lejos de ellos.
5.- No te cobra recargos por no pagar tus cuotas a tiempo, si es así lo que le interesa es tu dinero.
6.- Una buena escuela de hechicería, por tradición, seguridad de sus miembros, etc., no se sabe en donde se ubica, si a la escuela a la que iras tiene flechas y es accesible a medio continente… uyyyyyyy!!
Si se trata de la escuela de magia del conejo Blas es comprensible!!
7.- Los Wiccas que me leen y los que estudian en una escuela de reputación saben a lo que me refiero. Una escuela no va por el mundo haciendo adeptos o conversos, para eso ya esta la iglesia católica y las demás. Una escuela autentica en las tradiciones mágicas no te aceptará si no cumples con lo estipulado en sus reglas, no cualquiera ingresa. No a la mía. No se puede ir por el mundo ofreciendo poderes y conocimientos a todos que lo demandan.
8.- Una buena escuela no fantasea ni te promete que volaras por lo aires como las brujas medievales, al menos que te des un buen pastazo, claro esta. O que te de un pasaje de avión de regalo a Irlanda.
Quiero conducirte a saber elegir, a que sepas en que cueva te meterás y las consecuencias que puedes tener si no eliges bien. Serás un fanático más de lo que hay en este mundo.
No pretendemos que nos elijas como tu única opción si no a que sepas elegir.
JAVIER BRANCH
BENDICIONES